Tostar las almendras en una sartén sin nada de grasa o en el horno, cuidando que no se quemen. Remojar las láminas de gelatina en agua fría.Separar las claras de las yemas y batir éstas en un cuenco amplio con el azúcar hasta que estén espumosas y aumenten bastante su volumen. Incorporar la nata líquida y el licor de almendras, y colocar en un cazo de fondo grueso al fuego, moviendo sin parar hasta que espese, cuidando que no hierva en ningún momento. Agregar la gelatina escurrida y mover hasta que se disuelva. Apartar del fuego, incorporar la mitad de las almendras, mezclar y dejar enfriar.A continuación, montar las claras a punto de nieve y mezclarlas con la crema con cuidado, con movimientos envolventes para que no se bajen. Repartir en 6 cuancos individuales o 6 copas y dejar reposar unos 30 minutos en el frigorífico. Servir con las almendras restantes por encima.