Pelar el mango y cortar la pulpa en tiras. Pelar los kiwis y cortarlos en rodajas finas. Untar el fonde de una fuente refractaria con la mantequilla y colocar en ella las tiras de mango y las rodajas de kiwi. Mezclar en un cuenco las yemas, la nata, el azúcar, la maicena y el vino dulce. Verter sobre las frutas. Calentar el horno a media potencia (175º) y meter el postre hasta que la superficie se dore y esté a su gusto.