Poner en una cacerola todos los ingredientes y llevar a fuego lento, sin dejar de revolver, hasta que la preparación espese y se despegue de la cacerola.
Verter la preparación sobre un mármol o superficie de trabajo, previamente engrasado y dejarla enfriar.
Hacer unas bolitas pequeñas y colocarlas en una bandeja de horno. Introducirlas en el horno, precalentado a 180 º C , hasta que empiecen a tomar color amarillo. Dejarlas enfriar antes de despegarlas de la bandeja.