Dejar macerar las ciruelas con la taza de vino el día anterior. Cortar cada loncha de bacon en dos trozos, enrrollar cada ciruela en media loncha de bacon y atravesarlas con un palillo. Freír las ciruelas en una sartén amplia bien caliente sin nada de grasa, hasta que el bacon esté dorado, dándoles vueltas. Retirarlas escurridas y servirlas calientes. Si lo desea, puede cocinarlas en el horno, dejándolas hasta que el bacon está dorado y crujiente.